martes, 3 de abril de 2012

El psicoanálisis en Sevilla, es una maravilla

Hace ahora ya un año que salió en un canal de televisión el famoso programa de Mercedes Milá en el que se ve a un psicoanalista onanista, colegiado (como psicólogo) y de reconocido prestigio en la ciudad de Sevilla. En la página de Facebook de un llamado Instituto de Psicoterapia Psicoanalítica de Sevilla leo una reciente respuesta ante la opinión de que el tal sujeto era una vergüenza para la "psicología psicoanalítica" (18 de enero de 2012): "no hay ninguna vergüenza para la psicología psicoanalítica, porque a este hombre nadie lo consideró jamás como tal". Buscando en la misma página y tirando de caché de Google me encuentro otro mensaje (26 de junio de 2011) próximo a la emisión del programa: "Este degenerado es un profesor conocido de la Facultad de Psicología, muchos ya sabíamos que era muy perverso, pero no imaginábamos que podía llegar a estos extremos. Los psicoanalistas jamás lo consideramos como tal, porque un perverso no puede ser psicoanalista y este siempre lo ha sido y mucho". Esto viene a cuento porque pensaba que podría ser un montaje televisivo sensacionalista, pero por lo visto no lo es, en tanto sus compañeros de credo le reconocen. La reportera, Mercedes Milá, explicaba el caso al detalle en su blog particular:
"El diván, ese lugar sagrado para los psicoanalistas, ese cobijo que permite a la persona que acude a verbalizar sus males a un profesional, le era muy útil. Desde esa posición tradicional en la que el médico está sentado detrás de su paciente, sin verle la cara, se la tocaba sin parar durante los 45 minutos que suele durar un terapia."

Y es que ya sabemos que el tema del falo y todo lo fálico es de capital importancia para Freud y sus discípulos, así que el "terapeuta" en cuestión se pasaba las sesiones de "análisis" sacándole brillo a su herramienta de trabajo psicoanalítica. Según el programa que en su día se emitió, las víctimas habían intentado denunciar los sucesos sin éxito.
"Las habían tildado de locas, no las creía nadie, llegaron incluso a pensar que veían visiones. Diario de les ha devuelto lo que les pertenecía y ahora esperan las medidas que el Colegio de Psicólogos de Sevilla debe tomar para que este profesional deje de hacer daño. La justicia tiene muy poco que decir: esta conducta no está prácticamente penada y además, como en otros casos que ya conocemos en nuestro programa, los hechos han prescrito; lo hacen muy deprisa."

En fin, añado aquí un par de fragmentos del memorable programa, con la sin duda también memorable actuación del sujeto: